Un día más o un día menos que más da.
Solo ha cambiado un número, un puto número. Un 27 por un 28, que diferencia, no? Pues no, no ha cambiado nada porque sigo siendo yo. Sigo siendo la misma mierda que va mejorando año tras año.
Sin más, yo veo los propósitos de otra gente, quieren cosas nuevas, piden cosas, cosas que no saben si ban a tener. Cosas quo se esperan, pero igual no llegan y si no llegan igual se pierdan, se derrumban y se vuelven sin sentido. Por eso yo no pido nada, no espero nada.
Necesito ser feliz, pero feliz sin nada, y sin nadie. Sólo conmigo. Recordando el pasado, recordando cosas que jamás volverán. Aguantando la mierda de la otra gente. Toda eso tiene que convertirse en fuerza, en un recuerdo, en una lucha, pero no en tortura. El tiempo pasa y no tienes que esperar a que pase. No esperes cambios, conviértete tu misma o en tu mismo en el cambio. Conviértete en una sonrisa, deja las tristezas y camina. Que te de igual todo, pisa fuerte, deja huella y no dejes que te pare nada ni nadie.
Eres libre, guarda lo que te hace feliz y lo que te hace daño también. Sigue caminando, camina y elije el camino de la felicidad. Haz esta elección por tí, al fin y al cabo te lo mereces.
Por favor sonríe, y dedica esa sonrisa a la gente que te quiera ver mal.